Imagen tomada del Tiempo 2017. |
500 indígenas wounaan desplazados por enfrentamientos entre Eln y paramilitares
Toamdo del Tiempo 2017
Rosaura Membache, líder de una comunidad wounaan que habita en la localidad de Ciudad Bolívar, tuvo que cambiar la selva por unas paredes de ladrillos en el sur de Bogotá. Debido a la violencia en su tierra natal, tanto ella como su familia, en lugar de caminar por la frondosidad del Darién, transitan por andenes de cemento. Intentan acostumbrarse al caos urbano.
La selva del Darién, localizada en la frontera entre Panamá y Colombia, es el hogar natural de los wounaan. Sin embargo, desde febrero del 2013, por una amenaza de las Farc a Víctor Carpio, esposo de Rosaura, dejaron de avistar aguas cristalinas y fauna silvestre y de conseguir sus propios alimentos en aquella región cercana al municipio de Riosucio, Chocó, para acercarse a los comedores comunitarios que ofrece el Distrito para no pasar los días sin comer.
Su problema no es la comida en sí, sino acostumbrarse a esta. Víctor confiesa que extraña los tubérculos cultivados y el pescado que extraían del cauce: “La sopa de arvejas nos enferma”.
Además, aparte del choque con lo urbano y en la alimentación, otro obstáculo que deben superar es la utilización del dinero. Los casi 400 miembros de la comunidad no están acostumbrados a transar con billetes. Por el contrario, Édison, miembro de esta etnia, cuenta que el único momento en el que entraban en contacto con plata era para enviar a los más pequeños a estudiar a Riosucio. Trabajaban la madera en la selva y salían a venderla en la carretera.
Su problema no es la comida en sí, sino acostumbrarse a esta. Víctor confiesa que extraña los tubérculos cultivados y el pescado que extraían del cauce: “La sopa de arvejas nos enferma”.
Además, aparte del choque con lo urbano y en la alimentación, otro obstáculo que deben superar es la utilización del dinero. Los casi 400 miembros de la comunidad no están acostumbrados a transar con billetes. Por el contrario, Édison, miembro de esta etnia, cuenta que el único momento en el que entraban en contacto con plata era para enviar a los más pequeños a estudiar a Riosucio. Trabajaban la madera en la selva y salían a venderla en la carretera.
La Organización Nacional Indígena de Colombia en conjunto con la consejería de los Derechos de los Pueblos indígenas, Derechos Humanos, Derecho Internacional Humanitario y Paz, alertan a las entidades frente a la situación afrontada por las comunidades indígenas Wounaan, del departamento del Chocó, situación que se da cuenta gracias al informe realizado por líderes de esta comunidad, de la cual se da cuenta en la siguiente documentación y se pasa a describir los antecedentes y hechos por los cuales se presenta esta solicitud:
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