Colombia tiene dos criollos, uno de base ingles en las islas de San Andrés, Providencia y Santa Catalina y el otro en San Basilio de Palenque, este de base léxica española.
A continuación, se presentan los dos criollos y algunas de sus características principales .
Creole Sanandresano
el archipiélago de San Andrés y Providencia se encuentra en el mar Caribe, al este de Nicaragua y al noreste de Costa Rica, a 700 km de la costa norte colombiana. Por su posición estratégica, se constituye en una de las islas más importantes, en términos comerciales y turísticos, de Colombia en el Caribe. De acuerdo con los datos del Dane (2005), la población isleña está conformada por cerca de 83.403 personas. La lengua de los sanandresanos y de los raizales de Providencia está conectada con los criollos de base léxica inglesa que se hablan en el Caribe, como los criollos isleños de Bocas del Toro, Portobelo, Jamaica y Costa de Mosquitos, entre otros. Según Marianne Dieck (1998), “los intentos de rastrear el origen de algunas palabras no provenientes del inglés -muestran una predominante presencia de lenguas africanas pertenecientes al grupo twi; también se encuentran lexemas que se han relacionado con las lenguas o los grupos de lenguas mende, ewe, igbo/ibo, mandinga y otras”. En San Andrés y Providencia se observa un panorama lingüístico interesante y a la vez complejo, pues en estas comunidades de población raizal coexisten tres idiomas: el creole, el inglés y el español, usados por los isleños con diferentes E funciones, en distintos contextos de interacción y con diversos niveles de competencia comunicativa. Tanto en San Andrés como en Providencia, algunas personas mayores y adultos jóvenes consideran que poseen buen dominio del inglés, idioma de uso común en los cultos religiosos y en los eventos sociales. Los abuelos y las personas mayores son los que hablan en mayor proporción la lengua nativa, en la cual tienen menor competencia comunicativa los adultos, los jóvenes y los niños. Esta lengua es utilizada por los isleños en la casa, en las conversaciones informales y en la vida cotidiana. El español, aun cuando es el idioma que se escucha entre la población adulta, joven e infantil, sobre todo en el ámbito de la escuela y en la documentación oficial, no representa todavía una mayoría absoluta en la comunicación de este grupo de sanandresanos, pues algunas veces hay alternancias entre este idioma, el creole y el inglés. De acuerdo con la información obtenida, en San Andrés los sectores en los que se hace mayor uso del criollo son los conocidos como La Loma y San Luis, donde hay presencia significativa de raizales. En Providencia se considera que existe mayor uso hacia las zonas más rurales. Para algunos miembros de la comunidad, en San Andrés y en Providencia el criollo se transmite oralmente, de abuelos a padres y de padres a hijos. Estos últimos son hablantes pasivos del creole, pues poseen competencia comunicativa al escuchar y comprender los mensajes transmitidos por los mayores, mientras que en el plano del habla no son tan competentes. La lengua que más se ha venido empleando en las instituciones educativas de San Andrés y de Providencia es el español. El idioma oficial del país se impone en la educación de los nativos como estrategia para el aprendizaje de los valores culturales nacionales. Los primeros en iniciar la enseñanza del español en las escuelas fueron los sacerdotes capuchinos, a quienes el Estado les encomendó la introducción de la educación formal en este idioma, hacia la primera mitad del siglo pasado. En ese momento, las condiciones de diversidad lingüística impidieron el éxito de tal empresa.
Numero de hablantes 72.000-100.000
En San Andrés se habla inglés, español y creole
A continuación, se presentan los dos criollos y algunas de sus características principales .
Creole Sanandresano
el archipiélago de San Andrés y Providencia se encuentra en el mar Caribe, al este de Nicaragua y al noreste de Costa Rica, a 700 km de la costa norte colombiana. Por su posición estratégica, se constituye en una de las islas más importantes, en términos comerciales y turísticos, de Colombia en el Caribe. De acuerdo con los datos del Dane (2005), la población isleña está conformada por cerca de 83.403 personas. La lengua de los sanandresanos y de los raizales de Providencia está conectada con los criollos de base léxica inglesa que se hablan en el Caribe, como los criollos isleños de Bocas del Toro, Portobelo, Jamaica y Costa de Mosquitos, entre otros. Según Marianne Dieck (1998), “los intentos de rastrear el origen de algunas palabras no provenientes del inglés -muestran una predominante presencia de lenguas africanas pertenecientes al grupo twi; también se encuentran lexemas que se han relacionado con las lenguas o los grupos de lenguas mende, ewe, igbo/ibo, mandinga y otras”. En San Andrés y Providencia se observa un panorama lingüístico interesante y a la vez complejo, pues en estas comunidades de población raizal coexisten tres idiomas: el creole, el inglés y el español, usados por los isleños con diferentes E funciones, en distintos contextos de interacción y con diversos niveles de competencia comunicativa. Tanto en San Andrés como en Providencia, algunas personas mayores y adultos jóvenes consideran que poseen buen dominio del inglés, idioma de uso común en los cultos religiosos y en los eventos sociales. Los abuelos y las personas mayores son los que hablan en mayor proporción la lengua nativa, en la cual tienen menor competencia comunicativa los adultos, los jóvenes y los niños. Esta lengua es utilizada por los isleños en la casa, en las conversaciones informales y en la vida cotidiana. El español, aun cuando es el idioma que se escucha entre la población adulta, joven e infantil, sobre todo en el ámbito de la escuela y en la documentación oficial, no representa todavía una mayoría absoluta en la comunicación de este grupo de sanandresanos, pues algunas veces hay alternancias entre este idioma, el creole y el inglés. De acuerdo con la información obtenida, en San Andrés los sectores en los que se hace mayor uso del criollo son los conocidos como La Loma y San Luis, donde hay presencia significativa de raizales. En Providencia se considera que existe mayor uso hacia las zonas más rurales. Para algunos miembros de la comunidad, en San Andrés y en Providencia el criollo se transmite oralmente, de abuelos a padres y de padres a hijos. Estos últimos son hablantes pasivos del creole, pues poseen competencia comunicativa al escuchar y comprender los mensajes transmitidos por los mayores, mientras que en el plano del habla no son tan competentes. La lengua que más se ha venido empleando en las instituciones educativas de San Andrés y de Providencia es el español. El idioma oficial del país se impone en la educación de los nativos como estrategia para el aprendizaje de los valores culturales nacionales. Los primeros en iniciar la enseñanza del español en las escuelas fueron los sacerdotes capuchinos, a quienes el Estado les encomendó la introducción de la educación formal en este idioma, hacia la primera mitad del siglo pasado. En ese momento, las condiciones de diversidad lingüística impidieron el éxito de tal empresa.
Numero de hablantes 72.000-100.000
En San Andrés se habla inglés, español y creole
Criollo palenquero
Este criollo es de base española, en el mundo solo existen dos criollos que tengan como base lexica el español, el chabacano de Filipinas y el de palenquero de Colombia
En diciembre de 2005 la lengua hablada en San Basilio de Palenque, Bolívar,
Colombia, fue declarada por la UNESCO como Patrimonio Oral e Inmaterial
de la Humanidad. Durante mucho tiempo se creyó que lo que se hablaba en esta
comunidad negra de la Costa Atlántica no era más que una variedad dialectal del
español. Desde los años 70, producto del análisis de su gramática, los lingüistas se
refieren al habla de Palenque, no como a un dialecto sino como a una lengua, perteneciente
a la categoría de las “lenguas criollas”1
. Las lenguas criollas son lenguas
como el español, el inglés, el embera, el sueco, el ticuna, etc., que como tales poseen
todas las herramientas expresivas necesarias para la comunicación oral humana. Sin
embargo, los criollos se distinguen de las demás lenguas en cuanto a las circunstancias
especiales de su origen: surgen del conflicto de comunicación que se presenta
cuando grupos de hablantes de lenguas distintas e ininteligibles entre sí se ven de
repente obligados a compartir un mismo espacio.
Colombia tiene el privilegio de albergar en su territorio, además de unas 64
lenguas indígenas y del español, dos lenguas criollas: el inglés criollo de las islas
de San Andrés y Providencia y el palenquero. La supervivencia de este último está
relacionada con la historia del Palenque de San Basilio: fundado en el siglo XVII
por cimarrones o «rebeldes negros de origen africano que rechazaron el yugo de la
esclavitud y se fugaron hacia montes, ciénagas y lugares inaccesibles» (Friedemann
1983:18), el Palenque ha sido independiente y autónomo desde sus orígenes. Esta
autonomía, sellada oficialmente por medio de la Cédula Real de 1691, con la cual el
propio rey de España le concede a los palenqueros alzados en armas la independencia
de la Corona y grandes territorios con el fin de acabar «la guerra de cimarrones» y
garantizar la paz en la provincia de Cartagena, ha generado hasta épocas recientes
las condiciones de aislamiento necesarias para la conservación de expresiones culturales
muy propias, como los rituales funerarios, la música, la organización social
en «cuagros» y la lengua .
Los estudios sobre la lengua de Palenque se han centrado en los últimos decenios
en la descripción y el análisis de aspectos puntuales de su gramática, esenciales para
comprender a cabalidad el entramado de su estructura, para alimentar la discusión
teórica sobre los procesos de formación de este tipo de lenguas, así como para contribuir
con bases sólidas al desarrollo de materiales para la enseñanza formal de la
lengua en la comunidad. En esta misma línea se inscriben los resultados de investigación
que se presentan en los apartados siguientes, habiendo puesto en relieve, en las
consideraciones introductorias anteriores, la importancia de estudiar en profundidad
esta variedad lingüística. En una investigación reciente analizamos la expresión de
la reflexividad en palenquero y su relación con el sustrato africano. A continuación
se expone un resumen de los resultados de esta investigación.
Aunque está claro que la gran mayoría del léxico palenquero proviene del espa-
ñol, las palabras que no fueron tomadas de esta lengua han sido identificadas en su
gran mayoría como de origen kikongo, una lengua africana perteneciente a la familia bantú. Se han identificado más de 150 palabras kikongo10, como ngombe (res), moná
(hijo/a), kukumbamana (grupo de jóvenes), nguba (maní), kisila (tabú, prohibición),
lumbalú (rito/canto funerario), kalunga (mar, reino de muertos), chimbumbe (mohán,
diablo), kankamaná (jefe, líder), kurrutén (diarrea), etc., lo cual permite afirmar que
esta lengua influenció más que otras lenguas africanas el léxico palenquero. Este
hecho coincide con la constatación de que en el período crucial de la formación del
criollo (aproximadamente a comienzos del siglo XVII11), predominaron las etnias
Congo y Angola, hablantes de lenguas bantús, en la provincia de Cartagena12.
Varios aspectos de la gramática palenquera también parecen haber sido influenciados
por el kikongo. Trabajos recientes han mostrado que muy posiblemente partes
del sistema pronominal (ver Schwegler 2002b), las construcciones de genitivo (en
parte) (ver Moñino 2002) y la negación postoracional (ver Dieck 2000) son producto
de la influencia del substrato kikongo. En una investigación realizada del 2004 al
2006 pudimos constatar que la expresión gramatical de la noción de reflexividad es
probablemente un rasgo que se puede agregar a esta lista
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